A esta altura este año estaba enterándome que tenía la posibilidad de ir a Santiago de Chile por tres meses a trabajar.
Era una noche de lluvia. Yo estaba feliz en mi clase de baile, habiendo organizado todo un organigrama de clases semanales para poder disfrutar al máximo mi vida en la ciudad, instalada en un departamento en la zona.
Era una de esas propuestas que sonaba suicida rechazar a nivel carrera pero no me atraía en lo más mínimo. Yo me había postulado para Los Angeles o San Francisco, y recién a esta altura estaba asimilando la respuesta negativa de ambas posibilidades.
Me fui al departamento, dejé el bolso y salí sin campera ni paraguas a mojarme el cerebro un rato.
No tenía ni idea de cómo era Chile, ni Santiago, ni nada.
Después de caminar y caminar en lo que ahora parece una de las mejores noches en ese barrio, decidí aceptar la oferta. Quién sabe cuántas veces iba a tener la libertad y facilidad de irme tres meses sin dejar nada atrás a probar una nueva experiencia.
Fue la mejor decisión que pude haber tomado.
Conocí, viajé, recorrí, bailé, y crecí. En todo sentido.
Y una de las cosas más importantes, entré en el mundo de la Fotografía. Estudié y empecé a jugar.
Hoy, un año más tarde, estoy enloquecida por el punto al que llegué:
Hice mi primer libro de fotos (sencillo pero emotivo)
Hice mi primer libro de fotos (sencillo pero emotivo)
Hace menos de un mes me pidieron que vaya yo (exclusivamente yo) a California, a Lake Tahoe, a sacarle fotos a una chica que quería imágenes artísticas para un proyecto personal. Todos los gastos cubiertos. Nos quedamos en una cabaña en la montaña y recorrimos el lugar de arriba a abajo.
Este jueves tengo mi primera exposición privada. Una empresa que ofrece consultoría y espacio de oficinas compartidas abre sus puertas por primera vez y seleccionó 20 fotos mías para mostrar durante varios meses, empezando por el evento de inauguración esta semana.
Y anoche lancé mi sitio oficial. Un amigo me regaló por mi cumpleaños un dominio por un año, y me ayudó a configurar todo.
