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domingo, 19 de abril de 2015

sábado, 7 de marzo de 2015

Quereme así, piantao, piantao, piantao... Trepate a esta ternura de locos que hay en mí, ponete esta peluca de alondras, ¡y volá! ¡Volá conmigo ya! ¡Vení, volá, vení!



                                                  




                                                  Las tardecitas de Buenos Aires tienen ese que se yo, viste?
Salgo de casa por Arenales, lo de siempre en la calle y en mi...
Cuándo, de repente, detras de un árbol, se aparece el.
Mezcla rara de penultimo linyera
y de primer polizonte en el viaje a Venus.
Medio melón en la cabeza,
las rayas de la camisa pintadas en la piel,
dos medias suelas clavadas en los pies
y una banderita de taxi libre levantada en cada mano.

Parece que solo yo lo veo,
Porque él pasa entre la gente y los maniquíes le guiñan,
los semáforos le dan tres luces celestes
y las naranjas del frutero de la esquina
le tiran azahares.

Y así, medio bailando y medio volando,
se saca el melón, me saluda,
me regalo una banderita y me dice: 

Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao...


No ves que va la luna rodando por Callao,
que un corso de astronautas y niños, con un vals,
me baila alrededor... ¡Bailá! ¡Vení! ¡Volá!

Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao...
Yo miro a Buenos Aires del nido de un gorrión
y a vos te vi tan triste... ¡Vení! ¡Volá! ¡Sentí!...
el loco berretín que tengo para vos.

¡Loco! ¡Loco! ¡Loco!
Cuando anochezca en tu porteña soledad,
por la ribera de tu sábana vendré
con un poema y un trombón
a desvelarte el corazón.

¡Loco! ¡Loco! ¡Loco!
Como un acróbata demente saltaré,
sobre el abismo de tu escote hasta sentir
que enloquecí tu corazón de libertad...
¡Ya vas a ver!

Y asi diciendo, el loco me convida
a andar en su ilusión super-sport
Y vamos a correr por las cornisas
¡con una golondrina en el motor!
De Vieytes nos aplauden: "¡Viva! ¡Viva!",
los locos que inventaron el Amor,
y un ángel y un soldado y una niña
nos dan un valsecito bailador.
Nos sale a saludar la gente linda...
Y loco, pero tuyo, ¡qué sé yo!:
provoca campanarios con su risa,
y al fin, me mira, y canta a media voz:

Quereme así, piantao, piantao, piantao...
Trepate a esta ternura de locos que hay en mí,
ponete esta peluca de alondras, ¡y volá!
¡Volá conmigo ya! ¡Vení, volá, vení!

Quereme así, piantao, piantao, piantao...
Abrite los amores que vamos a intentar
la mágica locura total de revivir...
¡Vení, volá, vení! ¡Trai-lai-la-larará!

¡Viva! ¡Viva! ¡Viva!
Loca el y loca yo...
¡Locos! ¡Locos! ¡Locos!
¡Loca el y loca yo

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Sus ojos fueron los culpables de todo...

Ojos hechos con hilos de colores
Pintura con esmaltes de uñas
Detalle en el pelo con tela azul

Materials: color thread
Paint: nail polish
Blue fabric for the hair









domingo, 7 de diciembre de 2014

sábado, 6 de diciembre de 2014

La magia del arte


La belleza del arte no reside en el resultado final de la obra, lo hermoso de verdad es lo que genera: la disposición a ver el mundo de una forma diferente.

Es que ante ese impulso interno, un ser humano se convierta en intérprete divino, inspirado en medio de la cotidianidad que contemplan todos por igual, algunos con tanta indiferencia. 

Eso es increíble y perfecto. Permitir que los demonios y duendes jueguen con el alma de los que no tienen más remedio que expresarse, que lo sienten como una necesidad y construyen una realidad mucho más rica que lo que puede apreciar un individuo aislado.  

No puedo evitar enamorarme un poquito de todo tipo de artista. Porque me fascina esa pasión, la fuerza y la sabida debilidad que tienen a algo mayor que sí mismos.

Me gusta su ingenuidad, que piensen que están haciendo algo por voluntad propia, sentirme parte de esa irracionalidad y catarsis.  Inclusive ese grado sano de autoflagelación que tienen, levemente torturados por no poder expresar literalmente lo que ven tan claro.

Me hacen sentirme menos sola en mi locura.

Su soberbia y su sumisión, y el mundo que me permiten ver. Que hagan que todos seamos menos ciegos. Porque las cosas cambian, la moda, tecnología, tendencias, costumbres, los tiempos y los hábitos. Pero artistas y magia, siempre hay.





El viaje más lindo




El autor de todo tipo de relato construye un barco que transporta al lector a través de los canales de su mente. No importa cuán fuerte sea el escritor, queda vulnerable, exponiendo rincones que desconoce de su psicología. Esta violenta desnudez es inevitable, responde a un impulso interno. Con ingenuidad puede querer creer que está siendo selectivo sobre qué es lo que deja entrever de si mismo, pero en realidad es una decisión que excede su poder. 

Como el canto de las sirenas, la tentación por liberarse de esas palabras es más fuerte que cualquier intento racional de disfrazarlas. 

Es así como el escritor queda al final de ese viaje turbulento a la intemperie, satisfecho y aliviado. Y los espíritus creativos se regocijan en ese universo paralelo que tejen a  merced del juego tortuoso con la psiquis de las víctimas.